Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca.Apocalipsis 1.3.
Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.
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Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor.
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Entonces dice á sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
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Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros á su mies.