Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca.Apocalipsis 1.3.
Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron á la ciudad, y dieron aviso á los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
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Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero á los soldados,
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Diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros.
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Y si esto fuere oído del presidente, nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros.
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Y ellos, tomando el dinero, hicieron como estaban instruídos: y este dicho fué divulgado entre los Judíos hasta el día de hoy.