Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca.Apocalipsis 1.3.
No escondas tu rostro de mí, No apartes con ira á tu siervo: Mi ayuda has sido No me dejes y no me desampares, Dios de mi salud. Salmo 27.9
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