Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca.Apocalipsis 1.3.
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley pero si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.
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Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿quién eres tú que juzgas á otro?